Miranda Prorsus
Sobre el cine, la radio y la televisión.
Carta Encíclica del Sumo Pontífice Pío XII.
8 de septiembre de 1957.
Los maravillosos progresos técnicos, de que se glorían nuestros tiempos, frutos si del ingenio y del trabajo humano, son primariamente dones de Dios, Creador del hombre e inspirador de toda buena obra; "en efecto, no sólo da la existencia a toda criatura, sino que, después de haberla creado, la conserva y la desarrolla.
Algunos de estos nuevos medios técnicos sirven para multiplicar las fuerzas y las posibilidades físicas del hombre, otros para mejorar sus condiciones de vida; pero hay aún otros que miran más de cerca a la vida del espíritu y sirven, directamente o mediante una expresión artística, a la difusión de ideas, y ofrecen a millones de personas, en manera fácilmente asimilable, imágenes, noticias, enseñanzas, como alimento diario de la mente, aun en las horas de distracción y de descanso.
Entre las técnicas que se refieren a esta última categoría, han tomado un extraordinario desarrollo, durante nuestro siglo, como todos bien saben, el cine, la radio y la televisión. (Preámbulo)
Inter Mirifica
Sobre los medios de comunicación social.
Decreto del Sumo Pontífice Pablo VI.
4 de diciembre de 1963.
A la Iglesia, pues, le corresponde el derecho originario de utilizar y poseer toda clase de medios de este género, en cuanto que sean necesarios o útiles para la educación cristiana y para toda su labor de salvación de las almas; a los sagrados Pastores les compete la tarea de instruir y gobernar a los fieles, de tal modo que ellos mismos, también con la ayuda de estos medios, alcancen la salvación y la perfección propias y de todo el género humano.
Por lo demás, toca principalmente a los laicos vivificar con espíritu humano y cristiano estos medios para que respondan plenamente a las grandes expectativas de la sociedad humana y al plan divino. (3)
Para el recto uso de estos medios es absolutamente necesario que todos los que los utilizan conozcan las normas del orden moral en este campo y las lleven fielmente a la práctica. Consideren, pues, las materias que se difunden según la naturaleza peculiar de cada medio; al mismo tiempo, tengan en cuenta todas las condiciones y circunstancias, es decir, el fin, las personas, el lugar, el momento y los demás elementos con los que se lleva a cabo la comunicación misma y que pueden modificar su honestidad o cambiarla por completo; entre éstas se encuentra la naturaleza propia de cada medio, es decir, su fuerza, que puede ser tan grande que los hombres, sobre todo si no están preparados, difícilmente sean capaces de advertirla, de dominarla y, si llega el caso, de rechazarla. (4)
Communio et Progresio
Sobre los medios de comunicación social.
Instrucción pastoral preparada por mandato especial del Concilio Ecuménico Vaticano II aprobada por el Sumo Pontífice Pablo VI.
18 de mayo de 1971.
Los católicos deben persuadirse de que sirviendo a la comunicación social con los medios más modernos sirven también al hombre, derivándose así grandes beneficios para las almas en el orden espiritual. La Iglesia confía que, a través de su colaboración espiritual quedarán determinadas más claramente y observadas con más diligencia las leyes fundamentales de la comunicación social, a la vez que se acentuará con más plenitud y se respetará mejor la dignidad del hombre, tanto del informador como del receptor. Espera finalmente que esta comunicación, que acerca entre sí a los hombres, lleve realmente a una verdadera comunión. (102)
Será misión de los organismos nacionales y diocesanos estimular, promover y coordinar los planes y la actividad de los católicos en el campo de la comunicación. De manera especial cuidarán que clérigos y laicos sean instruidos por medio de clases, conferencias, lecturas, congresos y también, a través de orientaciones de expertos de dichos organismos a fin de ayudar a los fieles a un juicio prudente sobre obras y emisiones. Orientarán también la adecuada preparación de emisiones u obras que toquen materia religiosa. (170)
Evangelii Nuntiandi
Acerca de la evangelización en el mundo contemporáneo.
Exhortación apostólica del Sumo Pontífice Pablo VI.
8 de diciembre de 1975.
En nuestro siglo influenciado por los medios de comunicación social, el primer anuncio, la catequesis o el ulterior ahondamiento de la fe, no pueden prescindir de esos medios, como hemos dicho antes.
Puestos al servicio del Evangelio, ellos ofrecen la posibilidad de extender casi sin límites el campo de audición de la Palabra de Dios, haciendo llegar la Buena Nueva a millones de personas. La Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara esos poderosos medios, que la inteligencia humana perfecciona cada vez más. Con ellos la Iglesia "pregona sobre los terrados” el mensaje del que es depositaria. En ellos encuentra una versión moderna y eficaz del "púlpito". Gracias a ellos puede hablar a las masas.
Sin embargo, el empleo de los medios de comunicación social en la evangelización supone casi un desafío: el mensaje evangélico deberá, sí, llegar, a través de ellos, a las muchedumbres, pero con capacidad para penetrar en las conciencias, para posarse en el corazón de cada hombre en particular, con todo lo que éste tiene de singular y personal, y con capacidad para suscitar en favor suyo una adhesión y un compromiso verdaderamente personal. (45)
Aetatis Novae
Sobre los medios de comunicación social en el vigésimo aniversario de Communio et Progressio.
Instrucción pastoral aprobada por el Sumo Pontífice Juan Pablo II.
22 de febrero de 1992.
Dios se comunica definitivamente en el Verbo hecho carne. La palabra se hace liberadora y redentora para toda la humanidad en la predicación y en la acción de Jesús. Este acto de amor por el que Dios se revela, asociado a la respuesta de fe de la humanidad, engendra un diálogo profundo. (6)
Además de los medios tradicionales en vigor, como el testimonio de vida, la catequesis, el contacto personal, la piedad popular, la liturgia y otras celebraciones similares, la utilización de los medios de comunicación se ha hecho esencial para la evangelización y la catequesis. Ciertamente «la Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara esos poderosos medios, que la inteligencia humana perfecciona cada vez más. Los medios de comunicación social pueden y deben ser los instrumentos al servicio del programa de reevangelización y de nueva evangelización de la Iglesia en el mundo contemporáneo. Con vistas a la nueva evangelización, habrá que dar una particular atención al impacto audiovisual, central en las comunicaciones, según el adagio «ver, juzgar, actuar».
Y, sin embargo, es muy importante, para la actitud que la Iglesia debe adoptar respecto a los medios de comunicación social y la cultura que ellos contribuyen a elaborar, tener siempre presente en el espíritu que «no basta usarlos para difundir el mensaje cristiano y el Magisterio de la Iglesia, sino que conviene integrar el mensaje mismo en esta "nueva cultura" creada por la comunicación moderna... con nuevos lenguajes, nuevas técnicas, nuevos comportamientos psicológicos. La evangelización actual debería encontrar recursos en la presencia activa y abierta de la Iglesia en el seno del mundo de las comunicaciones. (11)
El trabajo de los medios de comunicación católicos no es sólo una actividad suplementaria y añadida a las demás de la Iglesia: ciertamente las comunicaciones sociales tienen que desempeñar un papel en todos los aspectos de la misión de la Iglesia. Por ello, no hay que contentarse con tener un plan pastoral de comunicaciones, sino que es preciso que las comunicaciones formen parte integrante de todo plan pastoral, ya que ellas tienen una contribución que dar a todo apostolado, ministerio o programa. (17)
Es el Papa Pío XII, también llamado el papa de la radio, quien habla del reto de la actitud crítica que debemos tener como usuarios de los medios de comunicación, señala en 1939 que, los nuevos y modernos medios de comunicación son oficialmente reconocidos por la Iglesia y recomendados como medios necesarios para el cumplimiento de la misión eclesial
2.
Hoy ninguna estructura eclesial puede estar ajena a los beneficios y alcances que en cuestiones pastorales pueden aportarnos los mass media, por lo que es importante capacitar agentes de pastoral en esta área para organizar estructuras evangelizadoras que logren contestar y transmitir el mensaje evangélico, cuidando ante todo del correcto uso y vigilando la correcta moral en el intercambio de información, ya que en los mass media pueden existir personas que atenten contra la buena fama de personas e instituciones. Es así que tenemos documentos eclesiales que nos orientan en esta área, algunos son:
Ética en la publicidad (1997)
Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales
22 de febrero de 1997.
Para la Iglesia la participación en actividades relacionadas con los medios, incluyendo la publicidad, es hoy parte necesaria de la pastoral de conjunto. Esto incluye tanto los propios medios de la Iglesia —prensa y ediciones católicas, televisión y radiodifusión, películas y producciones audiovisuales, y otros— y también su participación en los medios no confesionales. Los medios «pueden y deben ser los instrumentos al servicio del programa de reevangelización y de nueva evangelización de la Iglesia en el mundo contemporáneo». Si bien queda mucho por hacer, muchos esfuerzos positivos de este tipo ya están en camino. Con referencia a la misma publicidad el Papa Pablo VI una vez dijo que es deseable que las instituciones católicas «sigan con constante atención el desarrollo de las técnicas modernas de la publicidad y... sepan cómo hacer uso oportuno de ellas para extender el mensaje evangélico de modo que responda a las expectativas y necesidades del hombre contemporáneo» (8-10)
Ética en las comunicaciones sociales (2000)
Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales
4 de junio del 2000
Los principios y las normas éticas importantes en otros campos se aplican también a la comunicación social. Se pueden aplicar siempre los principios de la ética social, como la solidaridad, la subsidiariedad, la justicia, la equidad y la responsabilidad en el uso de los recursos públicos y en el cumplimiento de funciones de responsabilidad pública. La comunicación debe ser siempre veraz, puesto que la verdad es esencial a la libertad individual y a la comunión auténtica entre las personas.
La ética en la comunicación social no sólo concierne a lo que aparece en las pantallas de cine y de televisión, en las transmisiones radiofónicas, en las páginas impresas o en Internet, sino implica también muchos otros aspectos. La dimensión ética no sólo atañe al contenido de la comunicación (el mensaje) y al proceso de comunicación (cómo se realiza la comunicación), sino también a cuestiones fundamentales, estructurales y sistemáticas, que a menudo incluyen múltiples asuntos de política acerca de la distribución de tecnología y productos de alta calidad (¿quién será rico y quién pobre en información?). Estas cuestiones remiten a otras, con implicaciones económicas y políticas para la propiedad y el control. Por lo menos en las sociedades abiertas con economías de mercado, el problema ético de todos puede ser cómo armonizar beneficio con servicio de interés público, entendido según una concepción integral del bien común.
Incluso a las personas de buena voluntad no siempre les resulta evidente cómo aplicar los principios éticos y las normas a los casos particulares; hacen falta reflexión, discusión y diálogo. Ofrecemos las siguientes consideraciones con la esperanza de alentar esta reflexión y este diálogo entre los responsables de la política de la comunicación, los comunicadores profesionales, los expertos en ética, los moralistas, los usuarios de la comunicación y demás personas implicadas. (20)
Ética en internet (2002)
Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales
22 de febrero del 2002
La Iglesia no puede imponer sus respuestas, pero puede y debe proclamar al mundo las respuestas que posee; y hoy, como siempre, ofrece la única respuesta totalmente satisfactoria a los interrogantes más profundos de la vida: Jesucristo, que « manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la grandeza de su vocación». Como el mundo contemporáneo, el mundo de los medios de comunicación, incluyendo Internet, ha sido conducido por Cristo, de manera incipiente pero verdadera, dentro de los límites del reino de Dios y puesto al servicio de la palabra de salvación. Sin embargo, «la espera de una tierra nueva no debe debilitar, sino más bien avivar la preocupación de cultivar esta tierra, donde crece aquel cuerpo de la nueva familia humana, que puede ofrecer ya un cierto esbozo del siglo nuevo».
El Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, ha tomado una gran relevancia a nivel global, por la rápida conectividad entre personas, que provoca una híper comunicación y una impresionante cantidad de información nunca antes vista, por lo que se debe tener un especial cuidado en la pastoral de la comunicación, puesto que no toda información es verdadera, justa y constructiva.
El Papa Benedicto XVI, en su mensaje para la Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales 2013, señalará, “El panorama comunicativo se ha convertido poco a poco para muchos en un “ambiente vital”, una red donde las personas se comunican, amplían el horizonte de sus contactos y de sus relaciones”.
Por lo antes señalado, podemos decir que desde la creación de la Diócesis de Xochimilco, la pastoral de comunicación ha sido una prioridad, pues sabemos que hoy los mass media son básicos para nuestra pastoral, pero sobre todo para darnos a conocer al mundo, teniendo alcances a través de las redes a nivel local y nacional e internacional. Pues sabemos como señala el Papa Francisco, “Es importante la atención y la presencia de la Iglesia en el mundo de la comunicación, para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al encuentro con Cristo, pero el encuentro con Cristo es un encuentro personal
3”
Es así que en nuestra naciente Diócesis, soñamos con una pastoral de comunicación que una a las personas en trono al Corazón de Cristo, para ello hemos invertido en personas y medios adecuados para crear una red de comunicación que fortalezca la pastoral a todos los niveles y escuche con calidad y calidez humana el sentir del Pueblo de Dios, no solo de nuestra Diócesis, sino de todas las persona a las que podamos llegar. Ya en el manual exponemos los pasos que hemos realizado y las prospectivas de nuestra pastoral.
2. PÍO XII, Miranda Prorsus nº 1. "Los maravillosos progresos técnicos, de que se glorían nuestros tiempos, frutos sí del ingenio y del trabajo humano, son primariamente dones de Dios, Creador del hombre e inspirador de toda buena obra".
3. Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, Sábado 21 de septiembre de 2013
Autor. Equipo Diocesano de la Pastoral de Comunicación Social.